martes, noviembre 15

Antes de las 11

estarás en mis líneas, lo sé, allí me siento/y quisiera escribirte  una canción, peinarte y mirarte/y mirarte hasta llorar/y no es difícil, creéme/y no me creas nada porque te destruiré /con mi amor adolescente/hasta en mis días de mujer /también, lo sé/pero hoy quiero traducirlo todo al inglés/escribirte en otro idioma, dibujar, poner allí  un par de fotografías/y tener miedo de correr en ambas direcciones, descalza, ¡mis pies!/cuando la prudencia y lo tranquilo sólo adornen los minutos de entusiasmo/donde hoy ya es ayer y es hoy pero, ayer, jodí’os brutos, ¡de luto!/y ya no estamos tan cerca/ni yo me siento más lejos por eso/aunque escribiendo deba confesarlo/un poco lejos de mí, de lo que soñé de vos, cuando eras él /porque no eras ahí, ni estabas solo/y yo diciendo que pasé por ése puente una vez/temiendo a la curva, al firme vaivén/queriendo morir de igual modo/como todo hombre incluido entre los hombres/ que  no somos todos, ni tantos,  ni tanto/deseando morir como amando el amor/la barrera que cuece a fuego los días, ¡tu tren!, y me levanto/siendo la misma que arroja por pedazos, los pedazos que te olvidan /por las noches ¡que me late, que ahí estás, empapado con sudor…! y yo te digo/-Agua, cabrón, tú me has dado agua/riendo,  exhalando sonrientes cigarros,  2 ó 3, no más/y yo mañana diciendo les diré/ esta canción que hice mía mucho antes/ahora se escribe en un jodio’ inglés que se cae de la mata.
*combat of giants becomes/the air in natural gas/ wild duel he cautions/how close I'm going/in a huge world/I feel my fragility /go nightmare running /with a beast behind/tell me a lie all/a foolish dream and no more/I'm afraid of the immensity where no one hears my voice./stop deceiving, do not try to hide/you've gone without tripping/paper Monster, I do not know against whom/or is there anyone else here?/I believe in ghosts terrible in some strange place/and in my foolishness/to make your laughter burst/ stop deceiving, do not try to hide/you've gone without tripping/paper Monster, I do not know against whom/or is there anyone else here?/let move on without fear.*

domingo, noviembre 13

Un recuerdo

En el mundo que sólo ven mis ojos, abiertos, apresurados, sombríos, quizá lejanos existe una hamaca. Se alza en lo gris de cierto parque, pese al verano, pese al verdor. Allí los perros, echados al sol y en su reflejo de sombra, la verja entreabierta de quien, en este momento, duerme su siesta.
Se ve la boina del hombre que sonríe de costado. Se ven también sus rodillas bajo una mano estirada por el vaivén cansino de la madera que cruje y lo adormece. 
Se ve la media tarde de verano irse tras el río, por el jacarandá y en el perfume de azahar que endulza hasta doler, paseo de la mano, sigilosamente y de regreso, por las vías del tren.

martes, noviembre 1

Soliloquio de medianoche



Dormía, en mi pequeño cuarto de roedor civilizado
 cuando alguien sopló en mi oído éstas palabras:
“Duermes, vencido por los fantasmas que tú mismo engendras, y mientras tu deliras, otros besan o matan, conocen otros labios, penetran otros cuerpos, la piedra vive y se incorpora, y todo , el polvo mismo, encarna en una forma que transpira”
Abrí  los ojos y quise asir al impalpable visitante, cogerlo por el cuello y arrancarle su secreto de humo,
 más sólo vi una sombra perderse en el silencio,
aire en el aire.
Quedé solo de nuevo, en la desierta noche del insomne.
Subieron por mis venas los años caídos.
Fechas de sangre que alguna vez brillaron como labios,
labios en cuyos pliegues, golpes de sombra luminosa,
creí que al fin la tierra me daba su secreto.
Y entre todos se alzó, para hundirse de nuevo,
mi infancia,
 inocencia salvaje domesticada con palabras, preceptos con anteojos,
agua clara,
espejo para el árbol y la nube,
 que tantas virtuosas almas enturbiaron.
Una palabra me abría cada noche las puertas de la noche, y el mismo sol de oro macizo, palidecía ante mi espada de madera.
¿La recuerdas aquella tarde de pasmo,
cuando la viste como si nunca la hubieras visto antes,
morada escalada para llegar al cielo?
Reino en el polvo,
reino cambiado por unas baratijas de prudencias.
Amé el amor, amé sus labios y su calavera,
Soñé en un mundo en donde la palabra engendraría
 y el mismo sueño habría sido abolido.
Mas la gloria es apenas una cifra, equivocada con frecuencia,
el amor desemboca en el odio y el hastío
¿Y quién sueña ya en la comunión de los vivos, cuando todos comulgan con la muerte?
A solas otra vez, toqué mi corazón.
Allí donde los viejos nos dijeron que nacían el valor y la esperanza,
Más él, desierto y ávido,
sólo latía,
Sílaba indescifrable,
despojo de no sé qué palabra sepultada.
Sangre.
Sangre, para regar, ¿qué yermos?,
para mojar, ¿qué labios secos, infinitos?
¿Son los labios de un dios que tiene sed de nosotros,
nada que sólo tiene sed?
Intenté salir y comulgar en la intemperie con el alba
Pero había muerto el sol y el mundo,
Los árboles, los animales y los hombres
Todos y todo éramos fantasmas de esa noche interminable
A la que nunca ha de mojar          
la callada marea de otro día-.

Octavio Paz.